INTERPRETACIÓN

Sin embargo, los servicios de interpretación no se limitan exclusivamente a los intercambios comerciales, sino que se pueden emplear en múltiples situaciones: cuando hay que realizar trámites en dependencias policiales o judiciales y no se habla el idioma del lugar, al acudir al médico en el extranjero, en reuniones formales e informales, así como en congresos y conferencias donde los participantes hablen diferentes idiomas, entre otras.

En función del contexto en el que se vaya a entablar dicha comunicación, existen diferentes tipos de interpretación, que se ajustan a las particularidades de cada uno.

La interpretación simultánea es la que se utiliza en ponencias y conferencias, pero también en las visitas de personalidades extranjeras a programas de televisión. En esta modalidad, el intérprete se sitúa en cabinas adaptadas con sistemas de audio que le permiten escuchar, sin ningún tipo de interrupción, el mensaje del orador y reproducirlo, a través de un micrófono, en su idioma materno mientras el orador continúa con su discurso.

La interpretación consecutiva resulta ideal para todo tipo de reuniones. En estas, el intérprete va tomando notas de lo que cuenta el orador y, en cuanto este termina, construye un discurso completo y fiel a las palabras originales en el idioma de los demás interlocutores. Un ejemplo muy claro de este tipo de interpretación lo podemos ver en las ruedas de prensa, en las que el intérprete se sienta junto al orador para transmitir, respectivamente, las preguntas y respuestas del público y del entrevistado.

Por su parte, en la interpretación de enlace el intérprete acompaña a la persona que lo necesite para que pueda comunicarse con los que la rodean. Pensemos, por ejemplo, en un enfermo que acude a un hospital en un lugar en el que se habla un idioma que no domina. En esa situación, el intérprete actuará como enlace entre el paciente y el personal sanitario para que puedan comunicarse sin lugar a equívocos.

Por último, el chouchotage (o susurrado) se reserva para contextos más informales y en los que existe un número reducido de personas. En este caso, el intérprete susurra a su cliente el mensaje del otro interlocutor en su idioma para favorecer una comunicación fluida entre las personas que participan en la conversación.


El tipo de interpretación empleado viene determinado por el contexto en el que se vaya a desarrollar cada comunicación.