Estrenamos web
20 febrero, 2019Día Internacional de la Mujer
8 marzo, 2019Llegamos al ecuador de la semana y ¡estamos listos para terminarla con ganas!
Un día más, compartimos nuestra afición por la cafeína y el azúcar para hacer una pausa, retomar fuerzas y mimarnos un poco (ya sabéis, las calorías compartidas son menos calorías ?). Estos momentos son imprescindibles para despejarse antes de poder seguir dando lo mejor de uno mismo. Charlamos, nos reímos y damos apoyo a aquellos que se enfrentan a proyectos menos gratos: textos mal escritos, listas de términos de software o herramientas de traducción en línea que sospechamos que se han desarrollado para poner a prueba la paciencia de quien las usa. Entre sorbo y bocado, alguien preguntó si recordábamos cuándo nos dimos cuenta de nuestra fascinación por los idiomas y cuándo descubrimos que queríamos ser traductores. Todos respondimos que nos sentimos atraídos por otras lenguas, otros países y sus culturas desde niños. No obstante, nos sorprendió que solo una de nosotras sabía que podría ser traductora desde pequeña. Sin duda, era una carrera relativamente desconocida. La prueba indiscutible es que a todos los traductores-intérpretes nos han preguntado asombrados si somos actores o actrices. Las primeras veces, sonríes y lo explicas; tras unos años, haces lo mismo, pero estás pensando en hacerte el harakiri.
En realidad, cuando empezamos la carrera, también nosotros éramos relativamente inconscientes de qué significaba convertirse en traductor, solo que de otra forma. Lo que más nos preocupaba era dominar el idioma. Existe la idea de que, si dominas un idioma, puedes traducir cualquier cosa. No obstante, no tardamos en descubrir que tendríamos que estudiar la historia, la cultura, el sistema jurídico y educativo de los otros países, mudarnos al extranjero, perfeccionar nuestras competencias informáticas, empaparnos de todo lo pudiésemos y elegir una especialidad que seguir desarrollando y con la que continuar aprendiendo. Por tanto, no era en absoluto como nos imaginábamos, pero la pasión por esta carrera ha hecho que sea aún mejor.
¿Y a ti, te apasionaban los idiomas desde niño? ¿Conocías la profesión del traductor?
Por último y no menos importante, antes de volver al trabajo, aprovechamos para brindar por el primer mes de trabajo de Julia como parte del equipo. ¡Bienvenida, esperamos que este sea solo el primero de muchos!
Y a todos vosotros, ¡que tengáis una semana estupenda!